La práctica de ejercicio físico ha de ir complementada con diferentes aspectos de nuestra vida diaria, tanto para conseguir los mejores resultados como para cuidar nuestro cuerpo. Ejemplo de ello es llevar a cabo una buena alimentación, mantenernos hidratados o dormir lo suficiente. Hoy queremos hablaros especialmente de este último punto.
A veces el poco tiempo, la idea de que no es necesario o problemas puntuales como estrés o nervios, nos llevan a dormir menos de lo que deberíamos. Sin embargo, descansar bien y dormir las horas suficientes es realmente importante para el ejercicio físico. Así, se recomienda dormir como mínimo unas siete u ocho horas diarias.
¿Por qué es tan importante?
Comenzamos hablando de que el sueño es muy importante para reconstituir nuestros músculos. En este sentido, mientras dormimos las fibras rotas y los tejidos se reparan y esta regeneración se produce también en los músculos.
Además, cuando entrenamos sometemos al cuerpo a un esfuerzo y durante las horas en las que dormimos recupera energía. Se debe principalmente al descanso que experimentamos durante el periodo de sueño. La relajación y la fase de reposo conseguirán lo que se conoce como ‘sueño reparador’.
Por otra parte, la falta de sueño puede provocar fácilmente estados de estrés, cansancio, dolor de cabeza mal humor o ansiedad. Estas sensaciones pueden impedir que desarrollemos adecuadamente nuestro entrenamiento o incluso que nos cueste más aprender y fijar nuevas habilidades.